Más que canciones, poemas con melodias que salen sin más de sus composiciones. Así es la obra de Leonard Cohen, cantante canadiense a quien la historia ha olvidado, sin embargo sus canciones han superado esta barrera y se han convertido en el referente para cualquier hombre que desee conquistar a una mujer, solo basta con dedicar "I'm your man" para que cualquier femina caiga rendida a nuestros pies y también (debido a los tiempos turbulentos en los que vivimos) para que ella sienta que tiene un hombre al lado que la cuidara y le brindara lo que necesite.
Detras de cada personaje que haya otorgado algo a esta civilización exsiste una dramatica historia personal, tópico que no deja de lado a este artista septuagenario, claro ejemplo de ello es el desastre financiero en que lo ha dejado Kalley Lynch hace cinco años, supuesta amiga que ha robado su fondo de pensión (U$ 5 millones) dejandolo sin un solo peso, otros dramas que lo han aquejado han sido la melancolia y el pesimismo, problematicas verdaderamente importantes porque pueden llegar a cambiar la vida de una persona y que el cantante ha plasmado en canciones y poemas, siendo la canción que más caracteriza a este estado "Everybody knows" en donde transmite un pesimismo tal que se le ha llegado a considerar como el depresivo no quimico más poderoso del mundo.
"He de reconocer que en un periodo de mi vida mi única obsesión era ganarme los favores de las mujeres, sin embargo algunas de las cosas más interesantes y probablemente la mayoria de las cosas que he aprendido de mi mismo y de otras personas ha sido fruto de aquel periodo obsesivo". Esta confesión nos lleva a una reflexión mucho mayor que nos adentra en esa extraña paradoja que vive cada artista en su interior y sin la cual no podria llegar a crear, esos periodos obsesivo/depresivos en donde nacen las mejores obras, periodos de autosacrificio y goze en donde aunque sin querer muchos han dejado su legado, que es lo que en realidad importa aunque la historia olvide los nombres. Leonard siempre estara en la mente de cualquier gentelman seductor, en la mente de los amantes, o sencillamente en los que gusten de su musica y aunque estos olviden su nombre, siempre habra una melodia que les resultará familiar.
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